02/11/2015

UCumplidos cien años de la República en Talca, la Junta Directiva de las fiestas religioso-patrióticas se reunió para realizar un aporte significativo desde la Iglesia, este sería el Monumento de la Virgen del Carmen. Este momento quedó impreso en “Recuerdo de las Fiestas Religioso Patrióticas del Primer Centenario de la Independencia de Chile celebradas en Talca”. La inauguración del Monumento a la Virgen del Carmen, Patrona del Ejército de Chile, fue uno de los eventos más importantes del Centenario talquino. La comunidad estaba interesada en los preparativos desde la primera semana de septiembre. El catolicismo talquino, se actualizaba en la sociedad local toda vez que sus miembros participaban regularmente en las actividades cívicas, políticas y sociales de la ciudad, insertando discursos y posiciones en discusiones y eventos. Una semana antes del 18 de septiembre, el domingo 11, se realizó la esperada inauguración del monumento a la Virgen. Fue un evento que congregó a toda la ciudad, y a representantes a otras comunas del Departamento y la Provincia, como Pelarco, San Clemente, Pocoa, Duao, Colín entre otros coordinándose el servicio de los ferrocarriles locales para ese día. Se convocó al evento en la Alameda con 3 poniente, a las 13:00 hora, formándose tres filas en el centro: el Cuerpo de Batidores, la Banda, la Sociedad de Obreros San José; las Sociedades de San Luis; las Sociedades La Igualdad, de Artesanos, de Empleados, San Martín, Ignacio Serrano, la Unión de Panaderos; las colonias extranjeras, la Colonia Española, la de Veteranos; el Carro Alegórico que consistía en un carro de madera tipo embarcación veneciana, el cual representaba a todo el país y sus fuerzas vivas que acompañaban a la Virgen y le ofrendaban su gratitud por su protección en el nacimiento de la patria, como patrona del Ejército. En el costado sur de la Alameda, se formó la Sociedad de niñas con velo blanco, las Sociedades piadosas de señoras; Sociedades de protección mutua de señoras, Sociedades piadosas de caballeros; y en el costado norte, los padrinos y madrinas de la ceremonia y los sacerdotes en coche, los otros asistentes en coche (la elite), el Gremio de Abasto a caballo, y los demás asistentes montados.A las 15:30 la totalidad de la concurrencia ya estaba en la cima del cerro, un grupo no menor miraba desde la ciudad la ascensión y el acto. La ceremonia inició con la bendición de la imagen, para luego seguir con la entonación del Himno Nacional y la presentación de armas por parte del Cuerpo del Ejército. Luego hicieron uso de la palabra el Pbo. Eugenio Jara, el Vicario Foráneo José Luis Espínola Cobo leyó el himno que él escribió a la Virgen, se cantó una canción popular en honor a la imagen. Luego de ello se entrelazaron las banderas de Chile y España, como acto simbólico de refundación, reconciliación y reencuentro entre las dos naciones. El sacerdote Espínola, se refería así a ese acto simbólico: “De esa Madre nobilísima (España) desciende la Bandera de Chile; digna se ha hecho de presentarle sus glorias en el día de su fiesta como un presente de regocijo al corazón materno, con la plácida sonrisa de sus héroes de una centuria, dibujada en el hermoso campo del querido tricolor”. El acto cerró con el discurso de Hermojenes Arcaya, presidente de la Sociedad La Igualdad. Mientras se ponía el sol la concurrencia bajaba para repletar la Alameda a su llegada, dispersándose de a poco por las calles de la ciudad.

 

FUENTE:

Cortez, A. (2013). Talca en 1910. Talca, Chile: Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.